Parece increible ¿verdad?. Leia, como casi todas las tardes en mi terraza, en Punta, un lugar, un rincon querido por mi. Poco a poco fui sintiendo un airecillo que iba aumentando de fuerza y al mismo tiempo todo se iba oscureciendo, tanto que dejé de leer y miré... y esto es lo que vi y lo quise recoger como recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario